Un 22 de septiembre del año 1586 se producía la batalla de Zutphen, villa de los países bajos españoles a la que las tropas anglo-holandesas del conde de Leicester habían dado sitio, y de la cual saldrían derrotadas tras acudir un socorro bajo el mando de los maestres de campo Francisco Verdugo y Juan del Águila
En el marco de la Guerra de los Ochenta años, con Alejandro Farnesio como Gobernador de los Países Bajos, los protestantes holandeses se hallaban en una situación muy complicada, dada las constantes derrotas a las que les estaba sometiendo el duque de Parma. Maastricht, Tournai, Sichen, Eindhoven, Brujas, Gante o Amberes, son algunas de las vitorias que el italiano consiguió para la causa española.
Las cosas pintaban mal no solo para los holandeses, sino para cualquier enemigo de la Corona de España, por lo que Isabel I de Inglaterra se decidió a enviar ayuda a los protestantes; 600.000 florines, 7.000 soldados y más de 500 de los más notables nobles ingleses bajo el mando de Robert Dudley, conde de Leicester, el cual sería nombrado gobernador y capitán general de los Estados de la Unión Protestante nada más pisar Holanda. Por descontado tal ayuda no sería gratuita. Si la reina Isabel enviaba esa fuerza comandada por su favorito y amante, era porque esperaba sacar tajada, y mucha, de aquel conflicto.
En agosto de 1585 Inglaterra y los protestantes firmaban el Tratado de Nonsuch, palacio situado en el condado inglés de Surrey. Isabel se comprometía a enviar ayuda económica, cifrada en aproximadamente una cuarta parte del coste de la guerra con España, y ayuda militar. A cambio se le cedían los puertos de Flesinga, Brielle y Rammekens, se nombraba a dos consejeros ingleses en la Junta de Estados con voz y voto, se prohibía a los protestantes firmar la paz con España sin consentimiento inglés, y se designaba, como ya se ha indicado, al conde de Leicester gobernador. Este tratado, que en la práctica suponía la guerra abierta con España, dará lugar a la Guerra Anglo-española de 1585 a 1604.
En este contexto desembarcó en Flesinga el conde de Leicester junto con la flor y nata de los ejércitos ingleses. Su primera misión sería la de socorrer Grave, que desde primeros de abril estaba sitiada por las fuerzas españolas del conde Pedro Ernesto de Mansfeld. Dudley sufriría una severa derrota y los españoles acabarían tomando Grave en junio, y más tarde Venlo, sin que las fuerzas inglesas pudieran hacer nada para impedirlo.
Los ingleses necesitaban una victoria que justificase su presencia allí, así que el de Leicester puso a más de 7.000 hombres que se dirigieron contra las fuerzas españolas que se hallaban en Zutphen. Ésta era una villa situada en la rica región de Veluwe, en la provincia de Güeldres, en la margen oriental del río Ijssel, y de gran importancia tanto estratégica como económica, por lo que Farnesio no dudó en evita a toda costa que fuera tomada por las fuerzas rebeldes e inglesas. Reunió su consejo y decidió enviar un ejército de 5.000 infantes y 500 caballos, que tendría como maestre de campo general a Francisco Verdugo y como teniente de éste a Juan Bautista de Tassis.
Verdugo envió al capitán Mario Martinengo con su compañía de caballos para buscar el mejor camino por donde meter un socorro en la plaza. Éste encontró el campamento de Guillermo de Nassau situada en una pequeña colina al otro lado del Ijssel, a muy poca distancia de las fuerzas de Leicester. Farnesio marchó con su ejército cerca de Lochem, a muy poca distancia de Zutphen y convocó nuevo consejo. Pretendía el general quedarse en Zutphen y defender la villa, pero Verdugo era de la opinión de que un capitán general no debía quedarse allí pues "no se ha visto otro Príncipe ni General encerrarse en niguna plaza para defenderla". Alejandro finalmente accedió a las súplicas de Verdugo y permitió que fuera su coronel quien llevara a cabo esa tarea.
Más tarde, Farnesio envió al marqués del Vasto al frente de un convoy de más de 300 carros para abastecer la plaza, y un correo para Verdugo en el que le informaba de sus planes. Los ingleses lograron interceptar un correo español, por lo que se enteraron de los planes del de Parma y se aprestaron a organizar una emboscada. El convoy estaba escoltado por 600 infantes y 300 caballos, todo gente escogida de entre tres tercios de españoles y otros tantos regimientos valones, aunque el marqués dejó la mita de su caballería cerrando los caminos para cubrir la retaguardia del socorro.
El 22 de septiembre, a primeras horas de la mañana, las fuerzas de socorro se topaban con el ejército del conde de Leicester, que inmediatamente formó a su gente en dos grandes escuadrones de caballos y uno de infantería. Por su parte, el marqués del Vasto ordenó al capitán Manuel de Vega, del Tercio de Francisco de Bobadilla, y al capitán Pedro Manrique, del Tercio de Juan del Águila, que formasen a sus hombres en escuadrón y se prepararan para el combate. Ambas fuerzas comenzaron a escaramuzar a las orillas del camino que iba a Zutphen, mientras los carros iban pasando hasta que llegaron todos a las puertas de la villa.
En ese momento salió Verdugo armado con un hacha y con la gola, y ordenó a Georg Cresiac, oficial albanés del ejército español, introducir los tan necesarios suministros en Zutphen. Tras meter los suministros, partió Verdugo con sus hombres al lugar donde escaramuzaban las fuerzas españolas y valonas con las inglesas. En varios momentos, un escuadrón volante de los rebeldes atacó el flanco de los infantes realistas, pero aguantaron el tipo y resistieron, pero la aparición de la caballería inglesa de Robert Deveraux, conde de Essex, y las tropas del coronel John Norreys, rompió el equilibrio de la batalla, cayendo preso el propio Cresiac.
Pero Francisco Verdugo no iba a dejar que la cosa quedase así, por lo que lanzó al resto de sus fuerzas contra los sitiadores. Las tropas de Juan del Águila embistieron a los ingleses y éstos se derrumbaron fácilmente ante el empuje de los refuerzos españoles, por lo que emprendieron la huida, teniendo que levantar el asedio y dejando expedito el camino para abastecer a la ciudad. Los ingleses perdieron aquella jornada cerca de 600 soldados, incluyendo al sobrino del conde de Leicester, el poeta y oficial Phillip Sidney, que moriría pocos días después de la batalla a causa de las heridas recibidas.
Las fuerzas inglesas del conde de Leicester retornarían a mediados de diciembre a su isla sin haber logrado una sola victoria en los Países Bajos. La reina Isabel mostró su enfado con su amante apartándole de la vida pública, aunque volvería a llamarlo para hacer frente a la Grande y Felicísima Armada enviada por Felipe II contra Inglaterra.
Batalla de Zutphen |
Robert Dudley, conde de Leicester |
Francisco Verdugo |
Hola Tercios!
ResponderEliminarVengo de nuevo a intentar aclarar dudas sobre esta batalla, no sabrás por casualidad, la fuente donde se mencionan las 6.000 bajas Inglesas.
Ni mucho menos me fío de las pérdidas que dan los Ingleses en sus filas, de 12 hombres de caballería y 22 de infantería, pero los 6000 muertos que dan los españoles, me parece del todo exagerado, teniendo en cuenta que en una relación española, cifra el ejercito de Dudley (encargado de la emboscada), en 3.000 infantes y unos 400 caballos, aun que algunos los ponen en 1.500 y 200 respectivamente, pero me fío más de la primera por ser de una fuente de primera mano.
Un saludo y gracias.
Buenas! Pues menos mal que me lo ha dicho, porque, efectivamente, me sobraba un cero. Fueron algo más de 600 las bajas en el bando inglés, no 6.000.
EliminarDe nada, es que en ninguna fuente que me he leído, española, aparecen mencionadas las bajas, solo que los ingleses tuvieron muchas pérdidas, más por la cantidad de nobles que morirían, que son las cifras que figuro dan los Ingleses de 13 muertos en caballería y 22 de infantería, y más viendo el desarrollo de la batalla, que queda bastante bien desarrollada en la wikipedia.
ResponderEliminarUn saludo y hasta el próximo post.
Encuentro un magnífico trabajo de documentación en todo cuanto hacéis y la gran aportación al esclarecimiento de mucho lo que se nos ha mentido u ocultado, si la historia ya me gustaba, con las aportaciones de diferentes plataformas ahora me encanta , os reitero mí enhorabuena,
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias por tus palabras. Mi intención es la de poder hacer que la gente se interese, aunque sea un poco, por la increíble historia que tiene esta nación.
EliminarUn saludo.