El 14 de junio de 1786 España firmaba la paz con Argel poniendo fin a un conflicto que duraba ya más de dos siglos y al que en numerosas ocasiones los españoles habían tratado sin éxito de poner fin.
Desde los tiempos de Carlos I las costas españolas y sus posesiones en Italia se veían amenazadas por los corsarios argelinos. Ahora, con Carlos III en el trono, y tras el resurgimiento de la armada española, se preparaba el golpe definitivo contra la piratería de esas tierras.
El primer intento se produjo en 1775, tras conseguir con éxito derrotar a las tropas del sultán de Marruecos en su asedio a Melilla, se organizó una flota para tomar Argel al mando del teniente general Pedro González de Castejón, compuesta por más de 30 buques, entre los que había 6 navíos y 12 fragatas. La expedición fracasó por la pésima elección del lugar de desembarco, por parte del general de las tropas terrestres, Alejandro O'Reilly, y su mala ejecución del asalto sobre Argel.