El 27 de julio del año 1586, las tropas españolas de Alejandro Farnesio, tomaban la villa de Neuss al asalto, tras una enconada defensa de 3 semanas por parte de las tropas protestantes.
En el marco de la Guerra de los 80 años, un nuevo conflicto se había desatado en Alemania, en el Electorado de Colonia. El príncipe elector, Gebhard Truchsess von Waldburg, se convirtió al protestantismo. Según la Paz de Augsburgo, firmada en 1555 entre la protestante Liga Esmalcalda y Fernando I de Habsburgo, hermano del emperador Carlos V, los príncipes que se convertían a la religión protestante debían abdicar.
La reacción católica no se hizo esperar; el Papa Gregorio XIII excomulgó a Waldburg, y se eligió como nuevo arzobispo de Colonia a Ernesto de Baviera, príncipe de Lieja y Münster. El conflicto estalló a mediados de 1583 y la intervención de las fuerzas españolas de Alejandro Farnesio en 1586 acabaría decantando la guerra del lado católico.
Tras tomar las importantes ciudades holandesas de Grave y Venlo, Farnesio hizo correr el rumor de que planeaba un avance sobre la villa de Arnhem, desatando el pánico entre sus habitantes y las tropas holandesas. La realidad era bien distinta; dirigiría sus tropas sobre la plaza de Neuss y de esta manera conseguiría tres importantes objetivos: devolvería la villa, perdida en febrero de ese año, al control de su aliado Ernesto de Baviera, cortaría las comunicaciones protestantes entre Alemania y Holanda, y desalojaría a los holandeses de sus posiciones en el río Rin.
Con cerca de 8.000 infantes y unos 2.500 jinetes, Farnesio se dirigió hacia el este. El día 9 de julio llegaban a las murallas de Neuss. La villa estaba encuadrada entre el Rin y el río Erst. Contaba con un imponente foso bañado por las aguas de sendos ríos y dos pequeños islotes donde se erigían 2 castillos para defender la plaza. Tras los sólidos muros de Neuss se apostaba una guarnición de 1.600 holandeses y alemanes bajo las órdenes del coronel Herman Friedrich Cloedt, uno de los hombres de confianza de Waldburg, y un gran suministro de pertrechos, municiones y alimentos.
Completado el cerco el día 10 de julio, y con la tranquilidad de saber que Neuss no podría recibir socorro alguno, Farnesio reconoció las defensas y decidió realizar 5 ataques simultáneos sobre las 5 puertas de entrada a la ciudad. Los 3 ataques principales correrían a cargo de las tropas españolas, mientras que los otros dos serían llevados a cabo por los italianos, los valones, alemanes y borgoñones. Los cerca de 40 cañones que llevaba consigo el duque de Parma comenzaron a escupir fuego el 11 de julio.
Mientras se castigaban los muros de Neuss, Farnesio mandó a sus hombres a hacerse con los dos islotes y sus castillos. Juan Chasco, capitán de compañía del Tercio de Mondragón, atacó una de ellas con 100 de sus hombres. Creyéndose ya en poder de la posición, un contraataque desde Neuss hizo pasar a Chasco a la defensiva. 2 cargas aguantaron pero en la tercera, ante la apabullante superioridad numérica de los protestantes, Chasco y 12 de sus hombres fueron hechos prisioneros, resultando el resto muertos.
El 16 de julio llegaba al campamento católico Ernesto de Baviera, siendo recibido por las fuerzas protestantes con una salida de la ciudad sitiada que trataba de asaltar las trincheras españolas. El ataque fue desarbolado por los hombres de Farnesio, que persiguieron a los de Cloedt hasta los muros de Neuss.
El duque no parecía impacientarse y reforzó sus posiciones tras un ataque sorpresa del propio coronel Cloedt sobre las trincheras de los capitanes italianos Capizucchi y Gastón Spínola. Instaló 4 baterías, dos de ellas en las isletas que defendían la villa, las cuales había tomado y bombardeó sin tregua las murallas de la asediada ciudad.
El día 25 de julio, festividad de Santiago, el duque de Parma ofreció a los defensores de la villa una rendición honrosa, conforme a los usos de la guerra. Los protestantes, lejos de aceptar las ventajosas condiciones ofertadas por los españoles, abrieron fuego en mitad de las negociaciones, librándose por los pelos Farnesio de acabar muerto. Este hecho, unido a la quema en la hoguera de 2 de los hombres del capitán Juan Chasco, desató la ira y la indignación entre las tropas españolas, que tenían en inigualable estima a su general.
El día 26 a primer hora de la mañana comenzó el asalto general. Se concentró el bombardeo en dos zonas concretas y, una vez abierta brecha en los muros de Neus, entraron los españoles por una y los italianos por la otra, prologándose los combates durante toda la tarde y la noche. Los defensores se defendieron con valentía, encabezados por un temerario Cloedt que resultó herido en un contraataque suicida.
Con su comandante fuera de combate y las primeras luces del alba del día 27, los protestantes quisieron negociar la rendición, pero los españoles no aceptaron recibir propuestas de quienes habían quemado a sus compañeros y habían tratado de matar a su general en mitad de unas negociaciones. Los combates se sucedieron casa por casa. Cloedt fue asfixiado en la cama donde convalecía, mientras que sus esposa y su hermana se salvaron gracias a la mediación de Alfonso de Ávalos y Gonzaga, marqués del Vasto. Los últimos defensores no obtuvieron ni piedad ni clemencia por parte de los asaltantes.
Cuentan que Farnesio se disgustó sobremanera con el comportamiento de sus tropas, que no dieron cuartel al enemigo y provocaron un incendio que se propagó rápidamente por toda la villa. El nuncio papal entregó a Farnesio, en agradecimiento a su victoria y recuperación de Neuss, una espada y un capelo. Las pérdidas católicas no llegaron a 500 hombres, mientras que por la parte protestante no hubo supervivientes.
Asedio de Neuss |
Villa de Neuss en 1586 |
Ernesto de Baviera |
Gebhard Truchsess von Waldburg |
Alejandro Farnesio. Duque de Parma
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Farnesio era muy querido por los soldados españoles, pero ese cariño no era mutuo.
ResponderEliminarPero la verdad si matan en la hoguera a un compañero mio yo tampoco estaría muy dispuesto a dar cuartel.