Un poco de historia. Tal día como hoy, en el año 1724, fallecía Luis I, hijo de Felipe V y María Luisa de Saboya, dejando el reinado más corto de la historia de España.
Nacido el 25 de agosto de 1707 en Madrid, primer Borbón nacido en España, fue jurado como Príncipe de Asturias 2 años después, en sesión de las Cortes en el Monasterio de San Jerónimo de Madrid.
Fue educado bajo la tutela de la princesa de Ursinos y de su madrastra, Isabel de Farnesio. En 1722, con 15 años, se casó con Luisa Isabel de Orleans, de 12, y con serios problemas mentales. El embajador inglés en España, Sir Stanphone, dejaría escrito que «No hay nada que justifique la conducta inconveniente de Luisa Isabel. A sus extravagancias, como jugar desnuda en los jardines de palacio; a su pereza, desaseo y afición al mosto; a sus demostraciones de ignorar al joven monarca, responde el alejamiento cada vez más patente de Luis hacia ella».
Apenas dos años después, su padre, aquejado también de padecimientos, le cedió el testigo de la Corona. El 9 de febrero de 1724 fue proclamado rey de España, bajo el nombre de Luis I.
Muy inexperto en materias de Estado, su madrastra Isabel de Farnesio, que se había trasladado con Felipe al palacio de La Granja de San Ildefonso, anduvo muy pendiente y tratando de influir en las decisiones de Luis, cuya mujer cada vez perdía más el norte. Como relata Alejandra Vallejo-Nágera en su libro "Locos de la Historia", la locura llegó a tal punto que "la soberana se desnudó y empleó su vestido para limpiar los cristales del salón. «No veo otro remedio que encerrarla lo más pronto posible, pues su desarreglo va en aumento», escribió el joven Rey a su padre".
Al cabo de un par de semanas, tras arrepentirse por carta en repetidas ocasiones, Luis puso fin a su encierro. Poco después, el Rey enfermaría de viruela y su esposa, aún a riesgo de contagiarse, como así fue, permaneció a su lado cuidándole hasta su muerte, que pondría el punto y final al reinado más breve de la historia de España. Ella sobreviviría a la enfermedad y acabaría dejando España rumbo a su Francia natal.
Luis I, también conocido como el "Bien amado" o el "Breve", dejó en su testamento como heredero universal a su propio padre, en detrimento de su hermano Fernando. Felipe V finalmente accedió de nuevo al trono, tras las oportunas recomendaciones de su mujer, la cual, ante las cada vez más patentes muestras de su esposo, acabó llevando el peso de las obligaciones reales.
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