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Los Tercios: Tercios Viejos


Si bien las Ordenanzas de Génova dieron lugar a la denominación formal de los Tercios, éstos ya existían antes del 15 de noviembre de 1536. Los tercios se habían creado como unidades de respuesta a las necesidades militares de España en sus posesiones italianas y en cualquier teatro de operaciones en los que se les necesitase. De esta forma, comúnmente se ha atribuido el origen de los primeros tercios en Italia; los Tercios Viejos, como así ha denominado la historiografía tradicional a esa primeras unidades militares de carácter permanente que convergieron en Italia en el contexto de las guerras que el emperador Carlos V estaba librando contra el rey francés Francisco I, y que serán los que aparezcan nombrados en las instrucciones que se dan en 1536, es decir, los tercios de Lombardía, Nápoles, Sicilia y Málaga. 

-Tercio de Lombardía

Siguiendo con esta visión, que más adelante veremos que no podemos aceptar sin más, en 1534 aparece el Tercio Ordinario del Estado de Milán, nombre que se le da a la unidad acantonada en el Milanesado, y que más tarde sería conocido comúnmente como el Tercio Viejo de Lombardía. Pero esto, algo que ha asumido como veraz el propio Ejército de Tierra de España, tal y como lo refleja en su web, donde designa a este tercio como el antecesor del Regimiento de Infantería Galicia 64 de cazadores de montaña ni mucho menos podemos tomarlo al pie de la letra. Lo cierto es que investigaciones recientes, como la del historiador Fernando Mogaburo, demuestran que este tercio se crea de la disolución del tercio de Álvaro de Grado cuando se amotinó en 1530 al ser enviado a Hungría. Una serie de compañías irían a Sicilia y posteriormente a Grecia, bajo el mando del maestre de campo Gerónimo de Mendoza, estableciéndose la unidad en el ducado de Milán tras ser anexionado a las posesiones de Carlos V en 1535.

En 1536, concretamente el 6 de septiembre, se pasa revista a este tercio, y de la muestra se obtiene que estaba formado por 1.320 soldados encuadrados en seis banderas, aunque un mes más tarde, cuando se le abonen las pagas relativas a la campaña del emperador en Provenza, tendrá siete. Gerónimo de Mendoza era su maestre de campo, con una compañía a su nombre de 276 soldados, mientras que el resto de capitanes eran Pedro de Acuña, Hurtado de Mendoza, Fernando de Figueroa, Toribio de Santillana y Juan de Vargas, quien más adelante se haría cargo del tercio de Málaga. Algunas unidades del tercio se desplegarían por todo el territorio del estado, con guarniciones en Milán, Cremona, Mantua, Pavía, Varese, Sondrio, Brescia, Como y Bérgamo, y con tres principales plazas fuertes: el castillo de Milán, el de Castiglione y el de San Germano, aunque no era la función de los tercios ocupar presidios, ya que habría unidades establecidas para tal fin. Posteriormente fue disuelto por corrupción de varios de sus capitanes por el marqués del Vasto en 1538. 

Entre la fecha de la relación y la de la publicación de las Ordenanzas, apenas va a transcurrir un par de meses, pero los cambios en las unidades van a ser muy importantes debido a las numerosas bajas ocasionadas por la guerra, quedando bastante confuso el mando de las unidades. Tras su disolución en 1538, se reconstituirá con ocho compañías, una de arcabuceros, y siete mixtas donde se mezclan arcabuces y picas. Aunque no se puede hablar de la misma unidad, ni mucho menos, pues se licenció el tercio y posteriormente se fueron produciendo varios cambios en él, el tercio participaría en la mayor parte de las batallas de las llamadas Guerras Italianas, en las que el emperador terminó acabando con las pretensiones francesas sobre las posesiones españoles en Italia. 

Los tercios nunca tuvieron un número fijo de compañías y hombres, y en 1560 el tercio se va a reducir a diez compañías, pasando en el año 1566 a socorrer Malta de la mano del maestre de campo Sancho de Londoño, que había sido nombrado maestre de campo del tercio en 1558. Pasó a Flandes a finales del año 1567 de la mano de Londoño con diez compañías que constituyeron un tercio provisional en Flandes, combatiendo en Dalen, Groninga, Jemmingen, Mons, Grave, Haarlem o Maastricht, volviendo al Milanesado en 1579, aunque retornaría a Flandes tan solo un año después para seguir combatiendo contra los enemigos de la corona española. En Flandes el tercio recibía el nombre de Tercio Viejo de infantería de los Estados de Flandes, aunque solía adoptar el nombre de los maestres de campo. De hecho, hasta su disolución disciplinaria en 1589, tuvo como maestres a Hernando de Toledo, Cristóbal de Mondragón, quien lo gobernó durante seis años, y Sancho Martínez de Leyva, último maestre del tercio.

-Tercio de Nápoles

El siguiente de los habitualmente considerados como Tercio Viejo, aunque insisto en que esta calificación no es la más acertada, es el de Nápoles. La historiografía tradicional ha venido sosteniendo que en un primer momento este tercio era también el de Sicilia. Una relación de julio de 1536 indica que "en las 21 banderas de Nápoles y Sicilia hay 5.000 infantes poca cosa más o menos". Es por esto que muchos pensaron que ambos formaban una sola unidad. Al igual que el de Lombardía, no se puede afirmar que el tercio estuviese en un punto fijo, ya que este tipo de unidades eran empleadas en las campañas que el emperador emprendía tanto en Italia como en el Mediterráneo. Las guarniciones principales del Reino estaban en la ciudad de Nápoles, aunque también en Avellino, Benevento, Caserta y Salerno, en la región de Campania. A lo largo de los años algunas compañías asentadas en Nápoles guarnecieron las islas de Procide, Ischia y Capri, y en los castillos de Castel dell'Ovo y Rocasecca, así como las plazas fuertes de la Gaeta y de Castelnuovo. 

Su maestre de campo sería Álvaro de Grado, que llegaría en 1528 a Nápoles con diversas compañías que compondrían, lo que Mogaburo bautiza como prototercio. Éste tercio se componía únicamente de soldados españoles, y algunos historiadores afirman que tiene su antecesor en el ejército de Zamudio que parte hacia Italia con 5.000 hombres para ayudar al Papa contra los franceses en 1509, algo que no se puede aseverar. Lo que se puede afirmar es que en 1525 había unas compañías españolas bajo el mando del maestre de campo Juan de Urbina, y que más tarde pasarían a ser gobernadas por Álvaro de Grado. Esta unidad va a ser disuelta durante el asedio de Florencia por amotinamiento, y con las reformas resultantes se crean dos tercios que son enviados a Hungría y a Sicilia. 

Como ya se ha dicho, en la relación tomada al ejército en Italia en julio de 1536 se contabilizaron 21 compañías en Nápoles y Sicilia, con unos 5.000 españoles en total. Para cuando el tercio recibe los pagos de la campaña de Provenza, el 30 de septiembre, mandaba las nueve banderas que lo componían Rodrigo de Ripalda, el cual pasaría a estar a cargo de Rodrigo de Arce tras la muerte de Ripalda en octubre de ese año, como se destaca en las Ordenanzas de Génova. Martín de Salinas, en una carta al secretario Castillejo indica: "van con S. M. los soldados españoles en número de 5.200, la gente más lúcida que en Italia se ha visto", en referencia a la infantería de los tercios de Nápoles y Sicilia. 

Contaba este tercio con dos banderas de arcabuces bajo el mando de los capitanes Domingo de Arriarán y Antonio de Cisneros, y también con la compañía de infantes de españoles de Ruy Sánchez de Vargas, de Francisco Ruiz, Luis de Alcocer, Cristóbal de Toledo, quien tenía a su gente en Roma, y del Conde de Nobelara. En 1537, Francisco Ruiz es ejecutado por orden del marqués del Vasto, y al año siguiente se levantaron en Nápoles y en Sicilia dos nuevos tercios, tras su disolución en Vigevano por el fraude en la muestra de Crescentino, marchando ambos en 1541 para participar en la desastrosa campaña de Argel. De igual forma, estuvieron presentes en la batalla de Mühlberg, enmarcada en la campaña del Elba que el emperador acometió contra los protestantes alemanes de la Liga de Esmalcalda. 

Este tercio partiría posteriormente a Hungría, donde sería perdido por completo cuando estaba bajo mando del maestre Bernardo de Aldana, y, cuando llegue la hora de acudir a Flandes ante las revueltas de los protestantes y que el duque de Alba tiene la orden de sofocar, varias compañías del tercio marcharán con él bajo el mando del maestre de campo Alonso de Ulloa, mientras que el resto permanecerían en Nápoles gobernadas por Pedro de Padilla y Meneses. En 1571 el mando de la unidad desplazada a Flandes recaerá en Rodrigo de Toledo, y finalmente el tercio será disuelto en julio de 1574, año en el que también se disuelven en los Países Bajos los tercios de Flandes, gobernado por Gonzalo de Bracamonte, de Francisco Valdés, llamado de San Felipe, y de Santiago, mandado por el sargento mayor Pedro de Paz. 

El tercio que permaneció en Nápoles con Padilla continuará existiendo hasta 1707, cuando se pierda, ya que con forma de regimiento, tras la conquista del ejército austracista del virreinato de Nápoles, siendo su último maestre de campo conocido José Caro. El Ejército de Tierra de España lo considera como el tercio propiamente dicho de más antigua creación, predecesor del Regimiento de infantería Soria nº 9, aunque esta afirmación no se puede sostener documentalmente. 

Infantes españoles alrededor de 1580

-Tercio de Sicilia

El Tercio de Sicilia primigenio puede remontarse a 1531, cuando Pedro Vélez de Guevara es nombrado maestre de campo de unas compañías, no durando mucho en el cargo ya que a las pocas semanas es sustituido por Rodrigo Machicao. Del resultado de la reforma emprendida en 1530, durante el asedio de Florencia, dos nuevas unidades van a surgir: una partirá hacia Hungría de la mano de Machicao para detener el avance de Solimán II, que es la que podríamos considerar como primer tercio de Sicilia. En julio de 1534, tras la muerte de Machicao, es nombrado maestre Álvaro de Grado. El tercio también había participado en la defensa de Koroni, a cuya campaña partiría Gerónimo de Mendoza antes con lo que luego sería conocido como el tercio de Lombardía. Pues bien, para la muestra de julio de 1536 el tercio contaría con doce banderas a cargo del maestre de campo Álvaro de Grado. 

Unos meses después, en la muestra de septiembre de 1536, el tercio seguía manteniendo las doce compañías en las que se encuadraban algo más de 2.200 hombres, todos ellos acantonados en el Reino de Sicilia. La compañía del maestre Grado la formarían 224 hombres que, junto con la de Francisco de Sarmiento, Melchor de Saavedra, Luis Picaño y la de Alonso de Hermosilla, serían las más numerosas del tercio. El resto de los capitanes del tercio por aquellas fechas serían Calos de Esparza, Francés Pelús, Gregorio de Lezcano, Alonso Carrillo, cuya compañía sería la más menguada de hombres, Luis Quijada y Cristóbal de Morales. Al igual que ocurriese con los tercios de Nápoles y Lombardía, el de Sicilia también será disuelto en Vigevano en 1538. El nuevo tercio que se va a crear se va a distribuir por toda la isla de Sicilia, pero también estará presente en Calabria y en Marina de Catanzaro. 

El tercio de Sicilia va a combatir en Argel contra Barbarroja en 1541 en lo que sería un desastre en toda regla. También estaría luchando contra los franceses en el frente del Piamonte entre 1542 y 1544, y en Luxemburgo y Lombardía. Por supuesto, el tercio combatió contra el Turco, desde el año 1550 hasta la batalla de Lepanto. En este periodo el tercio conocerá grandes victorias como el asalto de Monastril, el Socorro de Malta en 1565 y, en octubre de 1571, el tercio que se forma con las compañías que quedan en Sicilia combatirá en Lepanto, "la más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos, ni esperan ver los venideros", como dejaría escrito Cervantes. Diez compañías con 1.298 hombres bajo el mando de Diego Enríquez de Castañeda, maestre del tercio, desempeñaron un papel fundamental en aquella victoria, que le costó la vida a casi la mitad de la unidad. También será objeto de derrotas, como la que sufrió en el conocido como desastre de los Gelves, en 1560, donde perdió la vida su maestre de campo, Juan de Barahona. 

A Flandes irán destinadas diversas compañías del tercio, formándose lo que se ha conocido habitualmente como el tercio gemelo de Sicilia, con Julián Romero como maestre de campo. Le seguirían en el gobierno del tercio maestres de la talla de Cristóbal de Mondragón o Juan del Águila. El tercio se distinguió sobresalientemente en el Asedio de Mons, Haarlem, Alkmar, Mook, Leiden o Zierikzee. Volvió a combatir en Túnez contra el Turco y participó en la guerra contra los partidarios del Prior de Crato por la corona portuguesa. Pero el tercio se enfrentó a graves pérdidas tras naufragar los buques en que iba embarcado en la campaña de 1588 de la Grande y Felicísima Armada. El último maestre de campo del tercio que marchó a Flandes sería Juan Antonio Hurtado de Amezaga, viendo cómo el tercio se convertía en regimiento en 1702, siguiendo las instrucciones de Felipe V, que adoptó el modelo borbónico. 

A partir del siglo XVII el tercio que va a permanecer en la isla, se desempeñará en pequeñas campañas contra el Turco y contra los franceses, resistiendo las acciones de piratería y sofocando revueltas como las de Mesina o Cerdeña. Su último maestre de campo será Pedro López Pardo de Ribadeneira, quien ocupó el mando desde 1696 hasta que el tercio es fraccionado en 1708 en tres regimientos, uno de los cuales conservará su nombre, siendo el antecesor del Regimiento de infantería Tercio Viejo de Sicilia nº 67, tal y como atestigua el Ejército de Tierra de España. 

-Tercio de Málaga

El Tercio de Niza, también conocido como Tercio de Málaga, pues va a formarse allí con once compañías de españoles nuevos, soldados bisoños, que serán embarcados en galeras para arribar a Génova, pasando de allí a Asti a finales de mayo de 1536. Su maestre de campo será Garcilaso de la Vega, gran amigo del duque de Alba, y el total de hombres bajo su mando ascenderá a casi 3.000 infantes. De Génova se pasará el tercio a Niza, donde perderá a su maestre el 14 de octubre de 1536, en el transcurso de la fatídica campaña que el emperador emprende contra la región francesa de Provenza, donde intenta tomar sin éxito la ciudad de Málaga. Tras esto pasará a ser gobernado por el capitán Juan de Vargas, que será ratificado en el cargo por las Ordenanzas de Génova. Antes de la muerte de Garcilaso de la Vega, la muestra tomada en septiembre arrojaba un total de 2.445 soldados agrupados en once banderas. 

Las once banderas iban a estar bajo el mando de los capitanes Machín de Murguía, con 240 infantes a su cargo; Alonso de Quesada, con un número similar; Jorge Sánchez de Sahajosa, cuya compañía tenía 202 hombres; Juan de Avellaneda, con 200 soldados; Pedro Videa, con 230 hombres; Juan de Bocanegra, con 246 infantes; Pedro de Jaén, cuyo compañía era la más numerosa con un total de 256 hombres, y estaba ya destinada en Niza para la llegada del tercio a Génova; Juan Pérez o Alonso de Villaroel, con unos 220 hombres cada uno a su cargo. Este tercio será incorporado al de Florencia, levantado en 1537 y cuyo maestre de campo será Francisco Sarmiento de Mendoza, partiendo a la defensa de Castelnuovo, donde se perderá al completo en 1539 combatiendo contra los turcos. 

-Tercio de Cerdeña

Oro tercio de los considerados por algunas fuentes como Viejo, aunque su creación será más de tres décadas después que los otros cuatro, fue el de Cerdeña, cuyos orígenes son bastante confusos, y que estuvo acantonado en Cagliari, Sassari y Nuoro. Sabemos con certeza que el maestre de campo Gonzalo de Bracamonte dirigió el tercio entre los años 1564 y 1568, y que pasó de Vélez de la Gomera a Córcega ante las revueltas promovidas por los franceses para arrebatar el control de la isla a los genoveses. A su llegada, Bracamonte se encontró con una tropa enferma y muy reducida, por lo que Felipe II le prometió un refuerzo de 4.000 hombres que nunca llegaría por la amenaza del Turco en el Mediterráneo.

Una vez sofocadas las revueltas en Córcega, aunque sin tener todavía la situación bajo control total, la amenaza turca sobre Malta y La Goleta hacía imprescindible el máximo acopio de tropas posibles, por lo que el rey ordenó que Bracamonte partiese con la infantería española que había en Córcega y se dirigiese a Mesina en 16 galeras que le enviaba el virrey de Sicilia, García de Toledo. Quedaron en la isla, por tanto, 1.500 soldados italianos al mando del capitán Lorenzo Suárez de Figueroa. A los 615 hombres encuadrados en cuatro compañías, que llevaba Bracamonte con él desde Córcega, incluida la de Lope de Figueroa, se le unieron nueve banderas más llegadas desde España. Ni que decir tiene que la empresa del Socorro de Malta fue todo un éxito.

El 19 de octubre de 1565 García de Toledo escribía al rey que "envío a D. Gonzalo de Bracamonte con su tercio en Cerdeña en las galeras del duque de Florencia, y va pagado hasta el día que parte, y avituallado hasta Cerdeña". En 1567 parte el tercio hacia Flandes ante el cariz que estaban tomando los acontecimientos. "Será conveniente que saquéis la infantería española que también está en Malta y La Goleta y la enviéis a Nápoles y Lombardía con la mayor brevedad que se puede, repartiendo entre él un tercio, y el otro los soldados españoles que han estado y residido en Cerdeña a cargo de D. Gonzalo de Bracamonte", escribía el monarca español. 

El tercio partió a Flandes desde Lombardía, donde se habían reunido los ejércitos del rey, con un total de 1.728 hombres como afirma Bernardino de Mendoza. El 23 de mayo de 1568 las tropas de Luis y Adolfo de Nassau, hermanos de Guillermo de Orange, consiguieron atraer a una emboscada a las tropas de Juan de Ligne, duque de Arenberg, en las inmediaciones del monasterio de Heiligerlee. Los protestantes asestaron una dura derrota a los españoles, muriendo el propio Ligne. El duque de Alba juzgó cobarde el comportamiento de muchos miembros del tercio por lo que procedió a disolverlo y distribuir sus hombres entre las compañías de otros tercios, quedando solo la compañía de arcabuceros del capitán Martín Díaz de Armendarez que se encontraba en Italia, y siendo de esta manera el primer tercio en ser reformado. 

Bibliografía: 

-Tercios (René Quatrefages)

-De Pavía a Rocroi (Julio Albi de la Cuesta)

-Historia de la profesión militar (Fernando Mogaburo)

-Tratado de las campañas y otros acontecimientos del emperador Carlos V en Italia, Francia, Austria, Berbería y Grecia desde 1521 hasta 1545 (Martín García Cereceda)

Infantería española en el ataque a La Goleta


Arcabuceros españoles por delante de los piqueros. 




Regimiento de infantería Tercio Viejo de Sicilia 








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