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La Contraarmada: La Defensa de Lisboa
Un 26 de mayo de 1589, y tras ser repelidos por los españoles en La Coruña, los ingleses desembarcaban en la ciudad portuguesa de Peniche con el objetivo de tomar Lisboa y usurpar el trono de Portugal al rey Felipe II, y poner en su lugar al Prior de Crato.
En el marco de la llamada "Contraarmada", por ser inmediatamente posterior al intento de invasión de Inglaterra por parte de la "Grande y Felicísima Armada", la flota de Drake partió desde Plymouth e intentó sin éxito tomar la ciudad costera de La Coruña, por lo que se dirigió hacia Lisboa, destino original del plan, al objeto de arrebatar el trono a Felipe II y colocar en su lugar a Antonio, Prior de Crato, que había firmado un pacto secreto con la reina Isabel por el que le entregaba numerosas plazas, así como 5 millones de ducados y un tributo anual a cambio de su ayuda.
Así las cosas, el 26 de mayo de 1589 la flota de Francis Drake llegaba a las costas de Peniche, al norte de Lisboa. Ahí comenzaron a desembarcar algo más de 10.000 soldados ingleses a las órdenes del coronel John Norreys. El plan inglés era sencillo: avanzar por tierra con la infantería mientras que la flota de Drake forzaría la boca del Tajo batiendo las defensas de la ciudad desde el agua. Además esperaban contar con la ayuda de parte de los habitantes de Lisboa, pues pensaban que el Prior contaba con adeptos entre los habitantes de la ciudad.
Batallas de Cagayán
En el año 1582, tras los constantes ataques de los piratas japoneses a los territorios españoles de Filipinas, una escuadra española, al mando del capitán Juan Pablo de Carrión, se enfrentaba con las fuerzas japonesas capitaneadas por Tay Fusa en la provincia de Cagayán, en la isla de Luzón, venciendo y poniendo fin a la amenaza pirata.
Ya en 1574, el pirata chino Li Ma Hong, había atacado Manila al frente de 3.000 soldados, siendo rechazado por las fuerzas defensoras españolas. Pero al comienzo de la década de los 80, piratas japoneses denominados "wako", empezaron a asaltar las poblaciones de la isla de Luzón, causando el pánico en los habitantes de la región, y estableciendo una base allí. Con numerosos barcos y multitud de artillería proporcionada por los portugueses, estos piratas resultan ser un enemigo terrible en una isla donde el socorro es prácticamente imposible.
Por aquel entonces era gobernador de las Filipinas Gonzalo de Ronquillo, quien escribió al rey pidiendo ayuda ante el cariz de los acontecimientos. Felipe II temía que la piratería japonesa pudiera cortar la ruta del Galeón de Manila, así que envió a Juan Pablo Carrión, veterano hombre de armas y experto expedicionario y marino que contaba en aquel momento con 70 años de edad.
Batalla de Pensacola
Tal día como hoy, en el año 1781, finalizaba la batalla de Pensacola, librada en la Florida de la actual Estados Unidos en el marco de la Guerra de Independencia norteamericana, y que enfrentó a las tropas españolas de Bernardo de Gálvez frente a las británicas de John Campbell, con el resultado de una importante victoria española.
Instalados en la Luisiana, tras habérsela cedido Francia a España por el Tratado de París, los españoles entraron en guerra con Gran Bretaña tomando partido por las 13 colonias americanas en su revuelta contra el imperio británico, tras firmar el Tratado de Aranjuez junto a Francia en junio de 1779.
Los ingleses, desde sus territorios en Florida, perdidos por España en la Guerra de los 7 años, invadieron Luisiana, por lo que el gobernador y general, Bernardo de Gálvez, movilizó un ejército con el que recuperar la iniciativa. Ésta llegó con la toma del Fuerte Charlotte, en la ciudad de Mobile, en marzo de 1780, y que constituía un importante puesto fronterizo y una amenaza considerable sobre la ciudad española de Nueva Orleans.
La Contraarmada: La Defensa de Coruña
El 4 de mayo de 1589 tropas inglesas y holandesas trataron sin éxito de hacerse con la ciudad de Coruña, brillantemente defendida por el poco ejército que el gobernador de la villa, Juan Pacheco, pudo reunir, destacándose María Mayor Fernández de la Cámara y Pita, más conocida como María Pita, y que acabaría siendo elevada a la categoría de heroína del pueblo.
Tras el fracaso de la "Grande y Felicísima Armada", enviada por Felipe II para tomar Inglaterra un año antes, la reina Isabel I decidió tratar de devolver el golpe a España, y mandó una flota de entre 150 y 200 buques, entre ellas unas 60 urcas holandesas, que transportaban un ejército de más de 25.000 hombres, entre tropa y marinería. El objetivo principal era destruir los buques que habían sobrevivido de la flota española, los cuales se encontraban en su mayoría reparándose en los puertos del Cantábrico. Además se pretendía tomar la ciudad de La Coruña, y desde allí, avanzar hacia el sur para tomar Lisboa y entronizar al Prior de Crato, rival que había sido vencido en la Batalla de Alcántara 9 años antes, perdiendo así el trono portugués en favor del monarca español.
Las aspiraciones de Crato significaban la ruina para Portugal, ya que había pactado en secreto con la reina inglesa una compensación de 5 millones de ducados, más un tributo anual y la cesión de numerosas plazas portuguesas. Además había autorizado el saqueo inglés de Lisboa durante 12 días, ya que la nobleza de esta ciudad se puso de parte de Felipe en su lucha por el trono.