Habiendo llegado el duque de Feria a Baviera, su estado de salud deterioró rápidamente por los grandes padecimientos que había pasado durante aquel invierno, muriendo finalmente el once de enero de 1634 en la ciudad de Múnich. Las semanas de enero fueron empleadas por su Alteza para trata de reunir el mayor número de fuerzas posibles con las que pasar a Flandes, mandando hacer levas en Nápoles y Milán de infantes y caballería. El príncipe Doria levantó un tercio en sus tierras, y desde Alemania y Borgoña se enviaron dineros para las correspondientes reclutas.
De esta forma envió dinero y dos mil caballos alemanes al emperador a cambio de cuatro mil caballos húngaros. Desde Madrid se envió al marqués de Leganés a Italia para acompañar a Fernando de Austria y hacerse cargo del ejército del duque de Feria, y a Martín de Idiáquez se le nombró maestre del tercio de Juan Díaz Zamorano. En febrero su Alteza intervino diplomáticamente para solventar las diferencias que había entre el duque de Saboya y la República de Génova. A finales de marzo llegó a Milán el hermano del rey de Polonia, Ladislao, que además era primo hermano de Fernando, "a quien hospedó magníficamente en Palacio, y comieron algunas veces juntos; estuvo doce días, y su Alteza le presentó seis caballos con ricos aderezos y otras cosas curiosas y de valor".
Mientras que el príncipe Tomás de Saboya había partido a Flandes a servir al rey, su mujer se trasladó a Milán, otorgándole una paga de dos mil quinientos escudos al mes. El 4 de mayo llegaron a Milán el duque de Lorena y su mujer, tras la captura de Nancy, celebrando el vigesimoquinto cumpleaños de su Alteza "fueron juntos a un festín muy lucido que se hizo en casa del conde de Sagra, y el día siguiente, a diecisiete, habiéndoles su Alteza dado muy grandes presentes, partieron a embarcarse a Génova". Ese mismo día llegó el marqués de Leganés a Milán para hacerse cargo del puesto de Gobernador de las Armas, y junto a él acudieron igualmente el maestre de campo Idiáquez y varios soldados particulares.